Como impresionar en tu entrevista de trabajo final
Imagina que ya has avanzado a las rondas siguientes en el proceso de entrevistas y pasas a la entrevista con tu futuro posible jefe, tienes varias chances de obtener una oferta de trabajo. La empresa hizo un trabajo grande en achicar el grupo de postulantes y ya está con un segmento reducido, normalmente tres o cuatro personas que son las que más opciones tienen en recibir una carta de oferta.
Muchas de las cosas que hiciste para llegar a esta instancia no son las mismas que debes hacer para obtener esa carta de oferta. Lo más importante es hacer sentir a las personas que te entrevistan que tienes lo que se necesita para ser un buen aporte al equipo. Como mínimo, quieren saber tres cosas de ti:
- ¿Cómo va a ser trabajar contigo? (y esto es uno de los factores más importantes)
- ¿Puedes aprender lo que no sepas?
- ¿Vas a tomar la iniciativa?
Lo más importante es que puedas demostrar que trabajar contigo va a ser algo provechoso para ellos y para la compañía y que por ende, tu te conviertas en alguien valioso para la compañía y que además, seas un agrado para trabajar. Ambas condiciones deben cumplirse.
Para ayudarte, vamos a desarrollar cuatro acciones que puedes hacer para asegurar que te vaya bien en las entrevistas finales.
Analiza la empresa
Esto lo hemos explorado con detención en posts anteriores (aquí y aquí) pero lo vamos a repetir en este artículo porque es muy importante. Trata de averiguar lo más que puedas acerca de la empresa que te está entrevistando. Revisa la página web y si tienes suerte, la empresa tiene un sitio con información a inversionistas donde vas a poder entender todos los flujos relevantes del negocio para que llegues preparado. Esto te va a permitir llegar muy bien preparado a la entrevista y vas a poder hacer buenas preguntas. Preguntas que alguien bien preparado hace. Al mismo tiempo, es una excelente manera de mostrar iniciativa, ya que demuestra que vas a prepararte de manera correcta cada vez que haya algún problema que se escape de lo que normalmente se hace en la compañía.
Es una conversación, no un monólogo
Una entrevista es siempre una conversación. No puede ser un monólogo de parte de alguna de las dos partes. Es siempre una manera de conocer a la persona que postula como también a la empresa a la cual uno está postulando. Una de las consecuencias de haber hecho un análisis importante de la empresa antes de la entrevista es la posibilidad de poder generar buenas preguntas cuando salga la típica pregunta del final “¿Tienes alguna pregunta para mi?”. Lo peor que podemos hacer es decir “No, está todo muy claro”. Siempre es mejor preguntar algo interesante porque te da tiempo y espacio para poder seguir con la conversación.
Adicionalmente, si la entrevista es necesaria para tener en mente como va a ser trabajar con esta persona, debemos ser capaces de no ser el centro de la atención. No es una rutina de stand-up. Es una manera de conocerse mutuamente y así poder decidir, por parte de ambos, si puede ser una relación que determine un trabajo en conjunto posterior. Una de las mejores maneras de lograr este objetivo es hacer muchas preguntas:
- Normalmente, ¿cómo se responde frente a este problema en la empresa?
- Cuéntame como se toman estas decisiones en tu equipo
- ¿Cuál es la estrategia que crees que se debería haber hecho frente a este problema?
Finalmente, mientras más conversacional sea la entrevista, mejor entendimiento tendrá sobre ti la persona que te está entrevistando. Mientras más ameno seas a la hora de conversar, más simple será para el entrevistador imaginarte en la situación de tener que trabajar contigo todos los días.
Sé tu mismo (lo más que puedas)
Normalmente se da un efecto extraño en una entrevista. Los entrevistados, los postulantes al empleo, toman una posición, una versión de ellos mismos, que es la que “ellos creen que la empresa quiere”. Puede sonar complicado pero es bien simple. Y bien frecuente. Pero es muy importante que lleves una versión de ti mismo cuando estés en la entrevista. Si estás siempre proyectando algo distinto y te llevas una carta de oferta, probablemente dures poco en ese puesto de trabajo porque las expectativas van a ser muy distintas a la realidad.
Dicho lo anterior, siempre debes recordar que una entrevista es una instancia formal dentro de un proceso de recruiting y por lo tanto, debes comportarte con cierto tino, equilibrando la formalidad con la informalidad con el fin de que te vean en un entorno profesional. Al fin y al cabo, el 99% de las veces es la primera vez que conversas con las personas que te están entrevistando.
Demuestra, no sólo hables
Una parte esencial de la estrategia que sigas es que le des a la gente que te entrevista ejemplos concretos que demuestren lo que estás tratando de exponer. Es mucho más eficiente que demuestres con datos y ejemplos a que les cuentes algo. Siempre es más efectivo contar que “dentro de la empresa, creaste un programa de reciclaje a nivel corporativo” a que “eres una persona que se preocupa por el medio ambiente”, sobre todo si quieres demostrar que eres una persona con iniciativa.
Con estos pequeños tips, estamos seguros que podrás impresionar a las personas que te entrevistan y que son parte del proceso de recruiting de cualquier compañía. Lo que más les interesa a ellos es que tu aporte de valor sea notorio y que trabajar contigo sea un agrado. Para poder llegar a esta instancia, normalmente lo que se necesita es contar con un buen CV. Para ayudar con esto, hemos desarrollado un curso online que te enseñará todo lo que necesitas saber para tener un CV ganador. No te olvides de chequearlo.