Cuatro maneras para responder cuáles son tus pretensiones de renta (o económicas) en una entrevista
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Todos hemos estado antes en esa situación en una entrevista de trabajo, cuando crees que vas bien en la entrevista y finalmente te preguntan: ¿cuáles son tus pretensiones de renta para este cargo? Es una pregunta que si o si van a hacer a medida que avances en el proceso y que le permite a la empresa, entre otras cosas, poder entender si estás o no dentro del rango salarial que están dispuestos a entregar. La respuesta no siempre es fácil, principalmente por dos razones: a muchos se les hace muy complicado hablar de salarios que le ponen un valor al trabajo que hacemos, y la otra razón tiene que ver con el desconocimiento que tenemos respecto de los sueldos de mercado para el cargo al cuál postulamos. Con esas dos condiciones en mente, queremos ayudar a las personas que están (o estarán) en este proceso con este artículo.
Para responder a la pregunta puedes elegir entre una de estas alternativas: compartir un número previamente investigado por tu lado, dar un rango estimado, devolverle la pregunta al entrevistador o por último, posponer la respuesta.
Lo que decidas entre estas opciones depende de lo que se te haga más cómodo y el grado de preparación que tengas para esta pregunta. En el resto del artículo vamos a detallar los pasos necesarios para que puedas llegar bien preparado y que esta pregunta no te pille por sorpresa.
¿Qué es una pretensión económica?
En una entrevista laboral, la pretensión económica es la cantidad de dinero que el postulante espera recibir por sus servicios profesionales. Normalmente, en México y el resto de Latinoamérica, se responde pensando en términos mensuales. En Norteamérica, se habla siempre de salarios anuales.
Investiga y llega a la entrevista con un número preparado
Esta es una de las mejores respuestas que puedes dar para esta pregunta. Piensa que desde el lado del empleador, si el entrevistado entrega un número que está dentro del presupuesto estimado para llenar esa posición, te permite avanzar de inmediato (en caso que el perfil se ajuste a lo que necesitas). Adicionalmente, tener este número en la cabeza por parte del entrevistado, demuestra un grado de preparación mayor para el rol. Un candidato que sabe lo que vale es un candidato con un nivel de confianza considerable, y eso siempre se agradece.
Ahora la parte más complicada, ¿cómo podemos obtener ese número? La solución viene por dos lados: lo primero, averigua bien el número que a ti te deje contento para hacer ese cambio. Esto es fundamental y siempre es bueno revisar tus ingresos y gastos actuales, y así entender bien cual es el nivel de salario que te dejaría contento por un tiempo. Lo importante es que tengas un número que te permita vivir tranquilo al trabajar en esa compañía. Además, en tiempos como los actuales, no sólo pienses en términos numéricos con tu sueldo. Si bien es importante contar con una cantidad de dinero que te permita vivir tranquilo, también es muy importante considerar las condiciones adicionales que se pueden negociar al momento de la entrevista y de la oferta: condiciones para trabajo remoto, número de días de vacaciones, beneficios adicionales, bonos de fin de año, etc. Cada vez estos beneficios son más importantes para los trabajadores así que considéralos al momento de la entrevista. El segundo elemento que debes tener en cuenta para obtener este número es conocer de cerca de las condiciones actuales del mercado. Las empresas, como siempre, revisan las condiciones actuales del mercado en términos de salarios. Todos queremos aumentar el nivel de salario que recibimos a fin de mes, pero siempre tenemos que considerar lo que están recibiendo personas similares en nivel de experiencia y habilidades obtenidas en el mercado. No siempre es fácil poder tener un sueldo sobre el mercado y es rara la oportunidad de contar con algo como eso. Siempre ten el número del mercado para que tengas un comparable con respecto al número que deseas buscar. Si estás muy por sobre el nivel de mercado vas a bajar la probabilidad de que te entreguen una oferta.
En términos concretos, trata de ir a una entrevista siempre con un número en la cabeza. Nunca llegues sin un número que te permitirá salir tranquilo de esa entrevista. Si no puedes llegar con un número específico, siempre puedes hacer lo que recomendamos hacer a continuación: llegar con un rango estimado.
Entrega un rango que te permitirá negociar a futuro
Si alcanzar un número específico se hace muy difícil, puedes tratar de llegar a la entrevista con un rango en tu número que te dejaría tranquilo. En vez de decir un número exacto, comparte con tu entrevistador un rango que consideres que es aceptable. Una de las principales ventajas de este enfoque es que entrega la información a tu entrevistador que estás dispuesto a ser más flexible a que si entregas un número exacto.
Una de las mejores maneras de entregar un rango es considerar un número exacto, como ya lo discutimos en la sección anterior, y ocupar ese número no como el punto central sino que como un número que marque la sección baja de tu rango, es decir: si quieres $100, habla sobre un rango entre $95 y $110. No tienes que elegir un número que entregue un rango simétrico con respecto a tus verdaderas preferencias. Adicionalmente, siempre considera razones observables cuando hables del rango de sueldo que deseas: costo de vida del lugar de trabajo, sueldos promedios que has visto anteriormente, información pública que puedas incorporar al análisis, etc. Finalmente, considera los mismos otros aspectos relevantes que hablamos en la sección anterior al momento de compartir este rango con tu entrevistador y no te detengas solamente en el monto del salario.
Devuelve la pregunta al entrevistador
Pasemos a las partes más complicadas de este proceso. Las últimas dos opciones requieren de un mayor grado de confianza en uno mismo y en manejar de manera correcta la entrevista. Una de las mejores maneras de obtener la información necesaria para la negociación (por ejemplo, cuanto están dispuestos a entregar como salario por cubrir esta posición en la empresa) es devolver la pregunta al entrevistador.
Al preguntar de vuelta “¿Cuál es el rango estimado de salario que tienen ustedes para este puesto?”, podrás adecuar tu número (o tu rango de salario esperado) a lo que digan. Si el rango de ellos es más bajo que lo que esperabas, puedes contestar que esperabas un salario más alto pero que estás dispuesto a negociar mayores beneficios adicionales a ese sueldo. Si estás dentro o por sobre el rango no es algo que tienes que comentar de inmediato, ya que esa situación te favorece. Ahora, no todos los entrevistadores podrán entregarte ese número, porque normalmente es algo que manejan los tomadores de decisiones más que los entrevistadores de los niveles iniciales, pero siempre es bueno intentarlo. Si el entrevistador decide no responder esto e insiste con la pregunta, no perdiste nada.
Un caso que puede resultar extremo es cuando tu esperabas un rango cercano a $100 y el entrevistador te dice que tienen un presupuesto más cercano a $50. Es una forma simple para comentar que no estás dispuesto a continuar con el proceso porque la diferencia es muy notoria. Conocer esto lo antes posible es algo que ahorra tiempo y esfuerzo a ambas partes, por lo que siempre es bueno contar con esa información.
Posponer la respuesta
Esta es la alternativa más riesgosa. Nunca es bueno no contestar la pregunta que te hacen, y eso puede no funcionar muy bien. Pero si no te sientes muy cómodo discutiendo el valor de tu trabajo a través de tu salario en la entrevista, entonces esta es la opción a seguir.
Lo mejor que puedes hacer bajo esta alternativa es decir que el salario es algo importante para ti pero que te gustaría conocer los otros beneficios asociados a pertenecer a la empresa y dado eso vas a poder contestar la pregunta tomando en cuenta todos estos factores. Al decir algo como esto demuestras que tu incorporación a la compañía no depende solamente del factor económico, sino que eres un empleado que busca beneficios más integrales.
Una de las cosas más interesantes al momento de realizar este ejercicio es que te des cuenta que tu salario depende mucho del valor que le traes a la empresa, y de la relevancia de lo que vas a hacer en el equipo de trabajo donde estés inserto. A medida que vas creciendo en tu carrera profesional vas a ir tomando más posiciones de liderazgo y eso hará que el valor que entregues vaya creciendo y al mismo tiempo, el poder de negociación que vas a tener te va a permitir generar estas conversaciones de un modo distinto.
Siempre ten estos tips antes de ir a una entrevista. Nunca vayas a una sin saber tu valor.
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